PSICÓPATAS
El Psicópata
La Asociación Americana de Psiquiatría
ya describía en 1952 a los psicópatas como individuos de comportamiento
habitualmente antisocial, que se muestran siempre inquietos, incapaces de
extraer ninguna enseñanza de la experiencia pasada ni de los castigos
recibidos, así como también de mostrar verdadera fidelidad a una persona, a un
grupo o a un código determinado. Suelen ser insensibles y hedonistas, de muy acentuada
inmadurez emocional, carentes de responsabilidad y de juicio lúcido, y muy
hábiles para racionalizar su comportamiento a fin de que parezca correcto,
sensato y justificado.
Si antes el término utilizado era
sociópata o personalidad sociopática, hoy en día se define como trastorno
antisocial de la personalidad.
Karpman dividía a los psicópatas en dos
tipos:
* Agresivo-depredadores:
Individuos que satisfacen sus
conveniencias con extremada agresividad y con una actuación fría e insensible,
apropiándose de cuanto desean.
* Pasivo-parasitario:
Obtienen lo que quieren practicando
sobre los demás una especie de sangría parasitaria consistente en aparentar
desamparo y necesidad de ayuda y de simpatía infinitas.
Los expertos están de acuerdo en que
éstos individuos no experimentan sentimientos de culpabilidad, no tienen
remordimientos y sufren una falta total de empatía, a demás de una gran
capacidad para fingir. De igual forma uno de los términos que más aparecen en
las diversas pero coincidentes definiciones es la moral, la ausencia de moral y
criterios éticos.
Estas características han llevado a
algunos psicópatas criminales a fingir enfermedad mental para eludir sus actos,
haciendo creer incluso que poseen una personalidad múltiple.
La Asociación Americana de Psiquiatría
mencionada anteriormente tiene otro instrumento para detectar psicópatas en su
sociedad. Entre los menores de quince años, son posibles candidatos a la psicopatía
(violenta o no) quienes cumplan tres o más de éstos síntomas:
- Frecuente ausentismo escolar.
- Al menos dos fugas de casa sin retorno voluntario.
- Inicios de peleas físicas.
- Uso de armas en más de una ocasión.
- Crueldad física con animales y/o personas.
- Destrucción deliberada de la propiedad de otros.
- Participación deliberada en más de un incendio.
- Robos con falsificación y enfrentamiento con las víctimas.
A partir de los 18 años, una persona es
un claro candidato a convertirse en un psicópata violento si cumple al menos
cuatro de los siguientes requisitos:
- Es incapaz de mantener un trabajo constante.
- Actos antisociales frecuentes por los que puede haber sido detenido o no.
- Irritabilidad y agresividad.
- Incumplimiento de obligaciones económicas.
- Incapaz de planificar a medio plazo.
- Desinterés por la verdad. Uso repetido de la mentira, alias o bromas a los demás para obtener provecho o placer personal.
- Despreocupación por la seguridad física, la propia y la de los demás.
- Irresponsabilidad cuando se actúa como padre o cuidador.
- Ausencia de una relación monógama durante más de un año.
- Ausencia de remordimientos. Encuentra fácilmente justificación para dañar, maltratar o robar a los demás.
Robert Hare nos dice del psicópata:
"Conjuntamente, éste sujeto nos presenta una imagen de una persona
preocupada por sí misma, cruel y sin remordimientos, con una carencia profunda
de empatía y de la capacidad para formar relaciones cálidas con los demás, una
persona que se comporta sin las restricciones que impone la conciencia. Lo que
destaca en él es que están ausentes las cualidades esenciales que permiten a
los seres humanos vivir en sociedad."
CANDY
MAN, EL HOMBRE DE LOS DULCES
Dean Corll es más conocido como “Candy Man” (El Hombre
de los Dulces), debido a que durante años trabajó en una tienda de dulces que
tenía con su madre y se hizo famoso por dar dulces gratis a los niños del
barrio constantemente.
Corll nació el 24 de diciembre de 1939, en Fort Wayne,
Indiana en los Estados Unidos. El matrimonio de sus padres no era muy bueno y
se divorciaron cuando él tenía seis años. Sin embargo, en 1950, sus padres volvieron
a juntarse y se mudaron a Houston, pero volvieron a separarse tres años
después.
Dean fue diagnosticado de tener un soplo cardiaco que
puso fin a sus aspiraciones deportivas, y se dedicó a estudiar música. Se
destacó por tocar el trombón en su escuela donde era un estudiante promedio,
pero se distinguía por su buen comportamiento y por su aspecto impecable.
Mary, la madre de Dean, comenzó a hacer dulces de
nuez. Corll la ayudaba y entregaba los dulces que vendía su madre. Poco
después, Dean se fue a Indianápolis para cuidar de su abuela y para cuando
regresó a Houston, dos años después, su madre había convertido el garaje en una
tienda de dulces. Hacían los dulces de noche, mientras que en el día Dean
trabajaba como electricista en la empresa de energía de Houston.
En 1964 Dean se alisto en el ejército, pero fue dado
de baja un año después y regresó con su madre. Años después, cerraron la tienda
de dulces, su madre se mudó a Colorado rehaciendo su vida con un nuevo marido y
Dean quedó solo en la casa, manteniendo el contacto telefónico con su madre
pero sin volver a verle.
Se destacaban sus relaciones con hombres más jóvenes,
en su mayoría niños y adolescentes. En particular tenía dos amigos que
finalmente se convirtieron en sus cómplices criminales. Estos dos adolescentes
de nombres Henley y Brooks descubrieron las actividades de Corll, y este que
pasaba mucho tiempo con ellos comenzó a ofrecerles dinero para que le trajesen
a su casa amigos jóvenes a los cuales con engaños terminaría abusando sexualmente,
torturando y asesinando.
Sus víctimas confirmadas ascendieron a 27, y se
destaca el final de su serie un día, en el que sus amigos llegaron
inesperadamente a la casa de Corll (a él no le gustaba que llegaran a su casa
sin avisar).Tras unas cervezas y un poco de hierba, Corll estaba de mejor
humor. Cuando los tres amigos despertaron, estaban atados de pies y manos.
Corll se acercó a uno de ellos y le dijo: “¡Los oy a matar a todos!, pero
primero me divertiré un poco”.
Uno de ellos, quien hasta ese día había sido su
cómplice Henley, le pidió a Corll que lo desatara, que le ayudaría a llevar a
cabo sus torturas, pero que lo dejara vivir. De alguna manera, logró convencer
a Corll y ambos bajaron a los otros dos al sótano, donde Corll tenía su cámara
de torturas. En un descuido de Corll, Henley tomó su pistola y le disparó seis
veces en el pecho y la cabeza ocasionándole la muerte y después llamó a la
policía.
Los tres adolescentes fueron llevados a la estación de
policía para ser interrogados.
La casa de Corll llamó poderosamente la atención de
los investigadores. En su habitación, la alfombra había sido cubierta con
trozos de plástico y había un tablero montado en la pared con esposas, cuerdas
y otros instrumentos de sujeción. Había también un cuchillo, cinta aislante,
tubos de cristal y lubricantes.
Las cuerdas utilizadas por Dean Corll
En la estación de policía, Henley le dijo a los
detectives que Corll era homosexual y pedófilo, y confeso que le pagaba para
que le llevara niños a los cuales Corll asesinaba y enterraba. Todo esto generó
una gran sorpresa en el vecindario ya que la versión de los vecinos y de los
padres de Corll, decía que se trataba de un buen hombre, que amaba a los niños,
ni homosexual, ni violento.
Todos los testigos abogaban por Corll y no paraban de
decir maravillas de él lo que dificultaba la investigación policial. Su ex
novia dijo que había salido con él durante cinco años y que jamás había
conocido a un hombre más amable y generoso. Le gustaba ayudar a las personas y
que aunque no fue una relación de tipo sexual, eso era porque Corll pensaba que
eso debía reservarse para el matrimonio.
Entonces apareció un adolescente homosexual apodado
“Guy” y que dijo que Corll siempre había sido bueno y considerado con él, que
había visto los artefactos de tortura que Corll tenía en su casa pero que
parecía que él las tenía ahí como una simple colección, no para usarlas
realmente.
Wayne Henley, dijo a la policía que éste había matado
a varios niños, y que los enterró en un terreno cerca de donde tenía un bote.
Cuando se pusieron a cavar, comenzaron a surgir cuerpos cubiertos en cal.
Algunos mostraban signos de haber muerto por un disparo, mientras que otros
parecían haber sido estrangulados.
Tras un día, y con ocho cuerpos descubiertos, las
autoridades volvieron a interesarse en Henley, quien dijo que él jamás
participó en la tortura de los niños, pero que fue testigo de las atrocidades
que cometía Corll. Entre las confesiones de Henley y de David Brooks, el otro
“ayudante” de Corll, comenzó a surgir un escenario aterrador hasta que finalmente
Henley no toleró la presión de los interrogatorios y confesó haber tomado parte
en la tortura de los chicos, muchos de los cuales eran castrados.
Para el segundo día de las excavaciones, la cuenta de
cuerpos era de 17 y alcanzando después el numero de 27.
Henley fue condenado a seis condenas de 99 años cada
uno y David Brooks recibió cadena perpetua.
escritoconsangre1.blogspot.com/2010/04/dean-corll-man.html
JEFFREY DAHMER - EL CANIBAL DE MILWAUKEE
Jeffrey Dahmer fue un asesino en serie, cuyo perfil psicológico es el prototipo del hombre carente de todo aquello que hace tolerable la vida. Su actitud negativa le impidió tener amigos, relaciones, trabajo, intereses, ocupaciones, dinero, esperanzas o simplemente un lugar dónde vivir. Nunca llegó a socializar y su interior emocional se fue degradando mientras llenaba su enorme vacío con fantasmas.
Nació el 21 de mayo de 1960 en el hogar de un matrimonio problemático, compuesto por un investigador químico y una neurótica emotiva y autocompasiva esposa. Era un niño tímido y solitario que temía el abandono y daba la impresión de estar desamparado.
El joven Jeffrey no hacía más que gritar pidiendo atención desde temprana edad -aunque fuera subconsciente-, pero esos gritos no fueron oídos, ya que sus padres estaban demasiado absortos en sus propias guerras personales que los llevaron a un amargo divorcio en 1978.
Su familia cambió de vivienda seis veces antes de establecerse en 1968 en Ohio. La mayor parte de su infancia la pasó escondido en un cobertizo de madera en una colina, cazando insectos en frascos y conservándolos en formol. Pronto se interesó por la anatomía animal.
Sentía gran curiosidad por saber qué tenían por dentro y llenó el sótano de su casa con huesos de conejos, pollos y otros animales. Luego pasó a las ardillas, mapaches y otras piezas más grandes, transportaba los cuerpos hasta el bosque, donde los dejaba pudrirse, luego sumergía los restos en lejía para limpiar y blanquear los huesos.
Su madre Joyce Dahmer, tras una temporada en el hospital, como consecuencia de la ingestión de grandes cantidades de tranquilizantes y otras drogas, tuvo que guardar cama por el resto de sus días, hecho que conduciría a Jeffrey a un aislamiento inquebrantable.
A los once años ya hablaba de manera monocorde. Se convirtió en un solitario, balando como una oveja en el aula de clase y comportándose como un retrasado en las tiendas para llamar la atención de sus compañeros. También comenzó a beber y a masturbarse compulsivamente utilizando revistas para homosexuales o mirando las entrañas de los animales que cazaba. A los dieciséis años solía ir borracho a clase, donde tenía un solo amigo que era proveedor de marihuana y con quien se drogaba a diario. El joven se refería al alcohol como su "medicina", un tónico auto recetado con la intención de calmar sus momentos de angustia. Y ese alcohol a su vez, alimentaba su inclinación hacia la excentricidad.
A los diecisiete años, tras observar un joven que a diario pasaba haciendo ejercicio delante de su casa, sintió un deseo desenfrenado de poseerlo; como no se atrevía a abordarlo para entablar una conversación, optó por coger un bate de béisbol y se dispuso a esperarlo con la idea de atacarlo cuando pasara, pero afortunadamente el joven dejó de ir a correr por esa zona, salvándose así de ser la primera víctima del atormentado Jeffrey Dahmer.
Al año siguiente, su padre abandonó el hogar, y al poco tiempo, el 18 de junio, el chico tomo venganza recogiendo en la carretera a un muchacho a quien llevó a su casa y asesinó, luego metió el cuerpo en un saco de basura y lo arrojó por un barranco.
Después de esto, entró en una crisis depresiva y renunció a seguir viviendo, pero su padre lo envió a la universidad. Allí también fue rechazado por su continuo estado de embriaguez, y en diciembre de 1978 su padre lo obligó a alistarse en el ejército, pero sus continuas borracheras no cesaron. Al licenciarse fue a vivir con su abuela, en donde mostró una posible reinserción social, pues comenzó a ir a la iglesia, a leer la Biblia e incluso redujo su dosis de alcohol y encontró trabajo en una fábrica.
Pero poco duró este cambio. Al poco tiempo comenzó de nuevo a masturbarse insistentemente e incluso robó un maniquí de una tienda, que hacía las veces de compañero sexual. También empezó a frecuentar las saunas de Milwaukee, lugar donde se daban cita algunos homosexuales con el fin de tener relaciones anónimas e impersonales, pero le resultaba difícil conseguir la erección mientras sus parejas estaban despiertas, por lo que optó por drogarlos con somníferos antes de mantener una relación sexual. Después de esto, ninguno de sus amantes cuando volvían en sí, querían volver a saber nada de él, por lo que creyó más oportuno buscar un cadáver para satisfacer sus instintos sexuales.
Una noche tras asistir al funeral de un joven de dieciocho años, fue a desenterrarlo al cementerio, pero no lo consiguió porque el suelo estaba congelado debido a las bajas temperaturas. En septiembre de 1986 es arrestado por exhibicionismo indecente hecho que lo llevó a su primer análisis psicológico, siendo diagnosticada una personalidad peligrosa.
Un año después mataba por segunda vez. En esta ocasión se trataba de un joven negro al que ofreció una bebida que contenía drogas. Dahmer se despertó al día siguiente encima del cuerpo ensangrentado, pero afirma no recordar nada de lo que pasó aquella noche. Lo que sí recuerda es cómo tras levantarse, mete el cadáver en el armario y sale a comprar una gran maleta para trasladar el cuerpo a casa de su abuela. Allí cuenta que lo guardó en el sótano y lo desmembró, envolviendo la cabeza en una manta y guardándola en una estantería para hervir más tarde el cráneo y blanquearlo.
Después de eso, Dahmer comienza a matar siempre que se le presenta la ocasión. Seguía el mismo modus operandi: primero, el flirteo ofreciendo dinero a cambio de sexo, luego les ofrecía una bebida con somnífero y, finalmente, los estrangulaba. Después de matar a su víctima se quedaba abrazando el cadáver, pensando en cómo conservar las cabezas y formar una especie de altar en la habitación adornando con los huesos.
Dahmer seguía la predecible pauta de los asesinos en serie. Empezó matando cautelosamente asustado por sus crímenes. Luego el ritmo aumenta y se convirtió en una máquina de matar más efectiva. Está demostrado que estos asesinos con el tiempo se vuelven arrogantes y despreocupados convencidos de que no pueden ser apresados por ningún mortal, creyendo tener máximo poder y autoridad sobre los demás.
Dahmer mostraba muchas características de asesino organizado: acechaba a sus víctimas, les engañaba para llevárselos a su casa con la promesa de dinero y favores y, después de la muerte ocultaba las pruebas de los crímenes, pero también daba muestras de ser un criminal desorganizado: realizaba actos sexuales con sus víctimas después de la muerte, consumía su carne y sangre, las mutilaba y conservaba algunas partes como recuerdos. Esta mezcla de delincuente organizado y desorganizado es lo que se denomina un asesino "mixto".
En una ocasión una de sus víctimas logró marcharse antes de que las drogas surtiesen su efecto, y la policía efectuó un registro de la casa, pero afirmaron no haber hallado nada.
El 30 de enero de 1989 fue declarado culpable de atentado contra el pudor en segundo grado, por seducir a un menor de 13 años con propósitos indecentes, y antes de comenzar a cumplir la condena de un año de cárcel, mató a otro joven, guardó el cuerpo en el cuarto de baño y para su mayor satisfacción sexual lo mutiló y le pintó el cráneo con aerosol.
En marzo de 1990 se trasladó a vivir a un deteriorado piso; adquirió una larga mesa y dos grifos de plástico para extender los cuerpos de sus víctimas. Allí tomaba fotos con una cámara Polaroid de sus amantes una vez muertos. Luego, congelaba los órganos, comía parte de la carne y hervía el resto en una enorme olla antes de echarlos en un gran contenedor de basura preparado con ácido.
Normalmente, el caníbal rajaba los cuerpos desde el cuello hasta la ingle frotando las vísceras para procurarse un mayor placer sexual, pero llegó un momento en que este placer no era suficiente y con sus víctimas pensó en crear "zombies" o muertos en vida que pudiera conservar sin que se deteriorasen, agujereando los cráneos con un taladro e inyectándoles un líquido.
A veces se bañaba en compañía de los cadáveres. En el refrigerador guardaba los corazones, en el congelador las cabezas y en la cama un cuerpo descompuesto.
Así lo encontraron los policías que registraron su casa horrorizados una vez que lograron arrestarlo, tras la denuncia de otra víctima que logró fugarse de su casa.
El joven, atado con unas esposas, había alertado a la policía diciendo que un hombre con un cuchillo le había amenazado con arrancarle y comerle el corazón.
Cuando la última víctima escapó de su casa en medio de la agresión, el asesino aguardó tranquilamente a que llegara la policía y no hizo ningún esfuerzo por destruir u ocultar la gran cantidad de pruebas que guardaba en su domicilio: centenares de fotografías de sus víctimas tanto muertas como vivas, cráneos y partes del cuerpo en bidones, cajas y el congelador.
Según su abogado, si no se había resistido es porque deseaba terminar con todo aquello.
Deseaba ofrecer a la policía una declaración completa de lo que había hecho, puesto que no podía culpar a nadie salvo a él mismo.
Según Park Dietz, psiquiatra forense, que actuó como consultor en el estudio sobre asesinos en serie del FBI, Dahmer encaja perfectamente en la subcategoría que se denomina "marginal": una persona propensa a la furia asesina si cree que está siendo abandonada, con una perversión capaz de realizar actos sexuales con la víctima una vez muerta. El desorden de esta personalidad marginal está marcada por el miedo al abandono y la incapacidad de tolerar el aislamiento o el aburrimiento. Una teoría habitual es que puede relacionarse con abusos de la infancia. La gente que teme el abandono puede sentirse ultrajada cuando alguien que desean que se quede va a marcharse. En este sentido, el asesino en serie normal llega a serlo por su carácter antisocial o por tener fallas de carácter y también a través de desviaciones sexuales, normalmente sádicas y necrofílicas.
Muchos niños que no reciben la atención que ansían en casa, la buscan en la escuela. Dahmer lo hizo con sus extravagancias y su comportamiento muchas veces cómico, pero terminó siendo marginado. No sólo se sintió fracasado en su casa, también en la escuela, en la universidad y en el ejército. Era evitado y humillado, puesto de lado. Eso debió dejarle con una terrible sensación de angustia y desamparo. Por ese motivo proyectó sus sentimientos sobre sus víctimas.
El juicio comenzó el 27 de enero de 1992. Desde el principio quedó claro que le impulsaba un trastorno mental, a pesar de que él hacía todo lo posible por disimularlo. Dahmer se mostró tan sincero y cooperador como muchos otros asesinos en serie, sin embargo, ni él mismo podía entender cómo había sido capaz de cometer todas aquellas atrocidades. Todos los presentes pudieron darse cuenta de hasta qué punto sus compulsiones y fantasías se habían apoderado de su mente, empujándole a seguir asesinato tras asesinato. Después del veredicto habló por primera vez al tribunal, dijo: "Señor juez, todo ha terminado, me siento muy mal por lo que hice a esas pobres familias y comprendo su merecido odio”; “Asumo toda la culpa por lo que hice. He hecho daño a mi madre, a mi padre y a mi madrastra, pero les quiero mucho".
El carnicero de Milwaukee fue sentenciado a un mínimo de 900 años, pero murió en la cárcel en 1994 asesinado a golpes por un recluso. Tras la noticia, los padres de Dahmer se pelearon por la posesión de su cerebro, llegando incluso a enfrentarse ante los tribunales. La madre deseaba venderlo a un hospital de investigación mental, mientras que el padre sólo deseaba enterrarlo lejos de todo el mundo y de su memoria.
También los parientes de sus víctimas, representados por un abogado, consiguieron hacer negocio con los utensilios utilizados por el asesino para trocear y desangrar. Su refrigerador se subastó públicamente, al igual que todo tipo de cuchillos, sierras, picadoras y taladros. Un grupo de ciudadanos de Milwaukee compró el lote completo con intención de montar un "museo de los horrores" para la atracción de los turistas, pero al final no se atrevieron a llevar a cabo el proyecto y destruyeron el macabro legado del caníbal.
LIBROS
DATOS DEL LIBRO
· Editorial: ST. MARTIN S PRESS
· Lengua: INGLÉS
· Encuadernación: Tapa blanda
· ISBN: 9780312928407
· Año edición: 1991
They smelled the foul odors. They heard the power saw buzzing in the dead of night but neighbors never imagined the horrors happening right next door. The hot sultry night of July 22, 1991 was one the tenants of the Oxford Apartments would never forget. A panic stcricken young man--a pair of handcuffs still dangling from hi
FILMOGRAFÍA
Ficha Artística:
Director:
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Guión:
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Intérpretes:
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Productor:
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Música:
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Fotografía:
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Montaje:
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Sinopsis:
Basada en hechos reales. Un hombre. 17 cuerpos. Su historia por fin es contada.
Un carnicero. Un animal. Un monstruo. Jeffrey Dahmer asesinaba a jóvenes homosexuales, los descuartizaba y comía parte de sus cuerpos. En una ocasión confesó que el hecho de consumir carne joven le proporcionaba una erección contínua y lo mantenía de buen humor. Estaba fascinado por algunas partes del cuerpo de sus víctimas y le gustaba experimentar con las distintas maneras de conservarlas, incluso guardaba los genitales en recipientes con formol y hervía los cráneos, que posteriormente pintaba de color gris para que pareciesen cuencos.
Un carnicero. Un animal. Un monstruo. Jeffrey Dahmer asesinaba a jóvenes homosexuales, los descuartizaba y comía parte de sus cuerpos. En una ocasión confesó que el hecho de consumir carne joven le proporcionaba una erección contínua y lo mantenía de buen humor. Estaba fascinado por algunas partes del cuerpo de sus víctimas y le gustaba experimentar con las distintas maneras de conservarlas, incluso guardaba los genitales en recipientes con formol y hervía los cráneos, que posteriormente pintaba de color gris para que pareciesen cuencos.
JOHN
WAYNE GACY: EL PAYASO ASESINO
John Wayne Gacy nació en
Chicago, el 17 de marzo de 1942. Hijo de John Stanley y Marion Gacy.
Frecuentemente era golpeado por su padre alcohólico quien también lo calificaba
como homosexual. De niño, sufrió una herida en la cabeza, que tiempo después le
causaría constantes desmayos.
Parecía un hombre
ejemplar; trabajó como cocinero en un restaurante, después creó en una empresa
llamada PMD Constructora. Además, actuaba en los hospitales como
"Pogo" el payaso. Pero en la realidad, nadie se imaginaba su verdadera
personalidad.
En 1968, un adolescente
llamado Mark Miller, lo acusó por haber abusado sexualmente de él, y meses
después, un joven llamado Dwight Andersson lo acusó de haberlo sobornado por
ver como golpeaba a Miller. Casado, con dos hijos y homosexual reprimido fue
condenado a diez años de prisión, pero al igual que en su vida pública, Gacy
fue en recluso modelo y consiguió que a los 18 meses de estar en prisión lo
dejaran en libertad. Salió el 18 de junio de 1970.
A raíz de su
encarcelamiento, su esposa se divorció de él.
Tras salir de prisión
volvió a sus quehaceres, se reintegró, levantó un negocio próspero que daba
trabajo, como no, a los jovencitos del barrio. Daba fiestas en su jardín
multitudinarias a las que acudían las almas más piadosas de los alrededores,
gente de las asociaciones en las que Gacy trabajaba, como la Defensa Civil de
Chicago o los Jaycees, una especie de cámara de comercio para la juventud, y si
todo esto es poco, se enfundaba su disfraz de Pogo, un payaso más terrorífico
que divertido, y acudía en sus ratos libres a entretener a los niños de los
hospitales y orfanatos cercanos.
Tiempo después de salir
de prisión lo detuvieron de nuevo, por forzar a un muchacho a realizar actos
sexuales en contra de su voluntad. Pero retiraron los cargos unos meses
después.
El 1 de junio de 1972,
Gacy se casó nuevamente, esta vez con Carole Hoff, divorciada y con dos hijas,
que pese a conocer el motivo por el que Gacy fue encarcelado, no le dio más
importancia pensando que fue algo pasajero y que aquel buen hombre no volvería
a cometer los mismos errores.
A Gacy siempre le
gustaron los negocios. El padre de su primera mujer era director de zona de las
filiales del Kentucky Fried Chicken, y uno de estos restaurantes fue el primer
negocio que dirigió.
Tras varios intentos
fallidos, en 1974 creó la empresa de constructores, Painting, Decorating and
Maintenance Contractors, Inc. De nuevo, la particularidad de la empresa era que
toda la plantilla eran jovencitos apuestos. El comentaba que así pagaba menos
impuestos, aunque la realidad era bien distinta, pues la verdadera finalidad
era usarlos para sus prácticas sexuales. Muchos de estos trabajadores se
convirtieron en sus víctimas y acabaron a un par de palmos bajo el suelo del
sótano de su casa.
Johnny Butkovich, de 17
años, trabajaba con Gacy en PDM, pero Gacy se negaba a pagarle su sueldo.
Johnny fue a casa de Gacy con dos amigos para reclamar su paga, pero al ver que
nada iba a resolver, decidió llevar a sus amigos a su casa; esa fue la última
vez que lo vieron.
Michael Bonnin de 17
años, trabajaba en un restaurante, y en junio de 1976, había quedado en ir a la
estación de tren para recoger a su tío, pero nunca llegó.
Billy Carroll Jr., era un
típico niño problema, que el 13 de junio de 1976, salió de su casa pero nunca
regresó.
El 12 de diciembre de
1976, Gregory Godzik dejó a su novia después de una cita en su Pontiac '66; al
otro día, la policía encontró su coche, pero no a Gregory. El 20 de enero de
1977, John Szyc desapareció de la misma manera que Gregory.
El 15 de septiembre de
1977, Robert Gilroy de 18 años iba a montar caballo con sus amigos pero nunca
llegó.
Después de un año un
joven llamado Robert Piest de 15 años, pidió permiso en su trabajo para ir a
hablar con Gacy acerca de un trabajo en PDM, no regresó, y cuando su madre pasó
a recogerlo, llamó a la policía. Fueron a casa de Gacy, quien con todo gusto
cooperó con ellos, argumentando que no había visto a Piest, que nunca había
llegado a la cita.
El 13 de diciembre de
1978, la policía consiguió una orden de registro para su casa encontrando una
caja con cosas algo inusuales: ·
Marihuana. ·
Un anillo con las iniciales J.A.S. · Siete películas pornográficas hechas en
Suiza. ·
Pastillas de Valium. ·
Una navaja. ·
Un pedazo de tapete. ·
Fotografías de droguerías y farmacias. · Una agenda. · Libros eróticos y con
imágenes pornográficas. ·
Unas esposas con llaves. ·
Una pistola italiana de 6 mm con cartuchos. · Una jeringa con su aguja y un pequeño
botecito de café. ·
Ropa muy pequeña para ser de Gacy. · Ropa de Nylon.
Todos los objetos
encontrados en la caja fueron consignados. También cabellos de Robert Piest,
que habían sido encontrados en el coche de Gacy.
Detuvieron a Gacy por
posesión de drogas y por una denuncia de un joven llamado Jeffrey Ringall, que
decía que Gacy lo había drogado y sodomizado.
Posteriormente se
confirmó que el anillo que estaba en la caja de Gacy, pertenecía a John Szyc.
Otra coincidencia, era que tres de los desaparecidos, habían trabajado en PDM.
El 22 de diciembre de 1978, Gacy confesó haber
matado por lo menos a 31 personas (todos hombres y por lo general jóvenes),
También dijo que había enterrado los cuerpos de sus victimas bajo su casa.
Confesó la manera en que mataba a sus víctimas: primero los esposaba, después
los atacaba sexualmente, para evitar que se escucharan los gritos, metía su
ropa interior en las gargantas de las víctimas. Por último - y si no habían
muerto asfixiados -, los estrangulaba.
El primer día de la
búsqueda de cuerpos, se encontraron dos; el primero, era de John Butkovich, que
estaba enterrado en el garaje, el segundo fue encontrado bajo la casa.
Al pasar los días, se
fueron encontrando más cuerpos, algunos fueron encontrados con la ropa interior
en la garganta. Gacy admitió haber matado, a veces, hasta más de una persona
por día.
El 28 de diciembre, la
policía había encontrado un total de 27 cuerpos en la casa de Gacy. Otros dos
cuerpos se encontraron en el río Des Plaines. Gacy también enterró un hombre en
su patio y lo cubrió con cemento. El último cuerpo fue encontrado en otra
propiedad de Gacy.
Además de los asesinatos,
muchos jóvenes denunciaron a Gacy por abuso sexual. Gacy fue sentenciado a 21
cadenas perpetuas y 12 penas de muerte. Su sentencia de muerte se llevó a cabo
por inyección letal el 9 de mayo de 1994, sin el más mínimo atisbo de
arrepentimiento sobre ninguno de sus asesinatos. Sus últimas palabras fueron:
“Besadme el culo”.
LIBROS
Killer Clown: The John Wayne Gacy Murders (Paperback)
Editorial: Kensington Publishing, United States (2011)
ISBN 10: 0786026898 ISBN 13: 9780786026890
Nuevos Paperback
Cantidad: 1
Remitente: The Book Depository US (Slough, United Kingdom)
Descripción: Kensington Publishing, United States, 2011. Paperback. Estado de conservación: New. Reissue. 170 x 106 mm. Language: English Brand New Book. The State Prosecutor at the Gacy trial recounts the police investigation that led to Gacy s arrest and details the course of Gacy s trial for the murder of thirty-three young men and boys. Nº de ref. de la librería ABZ9780786026890
FILMOGRAFÍA
Directed by | Clive Saunders |
---|---|
Produced by | Tim Swain Larry Rattner |
Written by | Clive Saunders David Birke |
Starring | Mark Holton |
Music by | Mark Fontana Erik Godal |
Cinematography | Kristian Bernier |
Edited by | Jeff Orgill Chryss Terry |
Production
company |
DEJ Productions
Península Films |
Distributed by | Lionsgate |
Release dates
|
|
Running time
| 88 minutes |
Country | United States |
Language | English |
Budget | $250,000 |
Ted Bundy, el asesino en serie americano
En el parking de un campus universitario, un joven
atractivo con un brazo en cabestrillo se encamina cargado de libros hacia su
coche, un Wolskwagen Escarabajo. Luciendo una amplia sonrisa y rebosante de amabilidad,
le pide a una estudiante que pasa por allí si puede ayudarle a llevar los
libros. Por supuesto, la joven accede. Ella no se imagina que el amable chico
que se ha presentado como Ted es en realidad un frío psicópata y que acaba de
dirigirse a una muerte segura.
Theodore Robert Bundy nace en 1946 en la institución Elizabeth Lund Home para
Madres Solteras de Burlington, Vermont. Su madre, Louise Cowell, tenía 22 años
y su familia era estrictamente religiosa, por lo que hacen ver que Ted era hijo
adoptivo de sus abuelos y hermano de su madre, aunque es posible que él
sospechara la realidad.
Cuando cumple cuatro
años, su madre se traslada a Tacoma (Washington), donde se casa con John
Culpepper Bundy, quien da su apellido a Ted. La pareja tiene otros hijos y Ted
recibe los mismos cuidados que ellos, pero no llega a tener una relación
demasiado estrecha con su padrastro. No obstante, Bundy tiene una infancia
normal, sin problemas, y sus compañeros de la escuela lo recordarán como un
niño popular e inteligente.
Durante sus años en el instituto, los
resultados de Ted empiezan a ser algo peores y también deja de ser un chico
popular, pasando a ser uno más. Algo preocupa al joven: su estatus social no es
el que él desearía y su afán de poseer objetos de valor le impulsa a cometer
hurtos en tiendas.
En 1966, durante su segundo curso en la
universidad, Bundy conoce a Stephanie, una chica guapa, elegante y de buena
familia de la que se enamora. Pero en la primavera de 1967, ella deja a Ted por
considerarlo un chico inmaduro y regresa a su ciudad natal, San Francisco, lo
que supone para él un duro golpe.
Período de ensayo de los crímenes
Aunque, durante su noviazgo con
Stephanie, Bundy es feliz, empieza ya a mostrar tendencias sexuales desviadas y
a sentir la pulsión de espiar a mujeres mientras se desnudan, ocupación a la
que dedica gran parte de su tiempo libre.
Su etapa de ensayo de los asesinatos
empieza entre finales de 1967 y principios de 1968. Es entonces cuando Bundy
empieza a materializar sus fantasías, pero sólo de manera limitada. Quiere
saber hasta dónde puede llegar en el control y dominio de la víctima: pincha
las ruedas de los coches de algunas chicas o les provoca otros tipos de
averías.
Al inicio de esta época, Ted tiene malos
resultados académicos y comete algunos robos en tiendas y domicilios, a la vez
que adquiere una gran afición por la pornografía, primero por una más blanda,
pero después por otra más dura y violenta que contribuye a alimentar sus
fantasías de manera peligrosa, como él mismo explicará más adelante: “llegas al
punto en que la pornografía no da para más (…) y empiezas a preguntarte si
quizá llevarlo a la práctica te va a dar eso que no alcanzas sólo leyéndolo o
mirándolo”.
En 1970 Bundy conoce a Liz, con quien se
compromete. Aprovecha esta temporada para matricularse en Psicología obteniendo
resultados brillantes. Además, mientras finaliza sus estudios, trabaja en la
Clínica de Atención a Personas en Crisis de Seattle, como consultor en varios
programas de prevención del crimen e incluso en la Oficina del Gobernador,
preparando la campaña electoral para el Estado.
Un psicópata perfecto
Con
27 años, Ted Bundy aparenta ser un hombre maduro, con iniciativa, confiado en
sus capacidades y con múltiples posibilidades. Sin duda, se ha convertido en un
depredador perfecto: se ha graduado en Psicología y, además de contar con un
físico atractivo, se muestra amable, educado y encantador, lo que le hace
parecer inofensivo.el término serial killer, se acuñó específicamente para
Ted.
Es 1973 y Bundy se reencuentra con Stephanie, a quien consigue conquistar de
nuevo gracias al cambio que ha dado. Ted no le hablará de su actual compromiso
con Liz para poder llevar a cabo su venganza, haciendo creer a Stephanie que se
casará con ella y cortando la relación a los pocos meses.
La carrera homicida de Ted Bundy tiene
su inicio el 4 de enero de 1974 cuando consigue adentrarse en la habitación de
una estudiante de 18 años a la que golpea fuertemente en la cabeza con una
barra de metal que arranca de la misma cama, para agredirla sexualmente
introduciéndole un espéculo en la vagina. En esta ocasión, la joven sobrevivió,
pero con graves secuelas.
Poco después se matricula en Derecho y
empieza a aplicar todo lo que ha aprendido hasta el momento –“tengo un
doctorado en el asesinato serial”, reconocerá en una entrevista y es que Bundy
meditó largo y tendido sobre cómo matar y por qué hacerlo-, dedicando su vida
al asesinato.
La primera víctima mortal de Bundy es
Lynda Healy, a la que atacó en su dormitorio el 31 de enero de 1974. Lynda fue
golpeada hasta quedar inconsciente y secuestrada sin que quedara más rastro de
ella que un charco de sangre en su cama y su camisón, también ensangrentado,
colgado en el armario.
A partir de este momento, el modus
operandi de Ted cambia: ahora consigue que jóvenes desconocidas se encaminen
junto a él hacia su coche, con la excusa de requerir su ayuda por estar
impedido –llegó a enyesarse una pierna y portar muletas para lograr embaucar a
las chicas- para cruzar la calle, llevar unos libros o amarrar una embarcación.
Así, el 12 de marzo de 1974 desaparece
Donna Manson sin dejar rastro y lo mismo sucede con Susan Rancourt el 17 de
abril. En las investigaciones de la policía, varias estudiantes afirmaron haber
visto por la zona de las desapariciones a un apuesto joven con un brazo en
cabestrillo que solicitaba ayuda para acercar unos libros hasta su Wolkswagen
Escarabajo, pero ante tanta información, sus declaraciones pasan
desapercibidas.
Después de cometer estos crímenes, Bundy
pasa a actuar en Oregón, donde ataca a Kathy Parks y Brenda Ball. Es por esta
época cuando su novia, Liz, empieza a sospechar de él, ya que descubre extraños
objetos en su coche –unas muletas, una llave inglesa y una bolsa con ropa
interior femenina-. Además, Ted le hace peticiones sexuales inusuales, como el
aguantar cierto tiempo de asfixia durante el coito.
El principio del fin
De nuevo en Washington, Ted Bundy
empieza a actuar de modo más arriesgado. El 11 de junio de 1974, tras asesinar
a Georgeann Hawkins, de 18 años, y después de pasar toda la noche abusando
sexualmente del cuerpo inerte de la joven, decide regresar a su domicilio
lanzando prendas de ropa de Georgeann por la ventanilla de su coche. Cuando se
da cuenta del error, Bundy deshace el camino, recogiéndolo todo. Al ver que le
sigue faltando un zapato de la chica, se acerca hasta el lugar donde la
secuestró en bicicleta y logra encontrarlo junto con un pendiente.
Uno de los crímenes más atroces
cometidos por Bundy es el doble asesinato del Lago Sammamish (Seattle), donde
el 14 de julio captura a Jan Ott y a Denise Naslund. Para Ted es un crimen muy
“especial”, pues Ott todavía vivía cuando secuestró a Naslund y quiso que ambas
se miraran y supieran que iban a ser violadas y asesinadas. Afortunadamente, la
policía obtuvo suficiente información de varios testigos sobre el chico con
brazo en cabestrillo y que se presentó como “Ted” con el que se vio ambas
jóvenes antes de desaparecer, de manera que lograron hacer un retrato robot del
sospechoso, además de difundir el modelo de coche que poseía.
Tanto Liz como Ann Rule, una ex
compañera de Ted en la Clínica de Atención a Personas en Crisis de Seattle,
llamarán a la policía para afirmar que el retrato robot que se muestra coincide
con el Ted que conocen, que también tiene un Wolskwagen Escarabajo, pero queda
registrado junto a otros 3.000 sospechosos.
El cerco se está estrechando en torno a
él en Washington, pero en septiembre de 1974 Ted Bundy se traslada a Salt Lake
City, en el estado de Utah, para seguir allí sus estudios. Entre octubre de
1974 y enero de 1975, cuatro mujeres pasarán a engrosar la lista del asesino,
mientras que durante la primera mitad de 1975 actúa en Colorado, matando allí a
tres más.
En un golpe de suerte, un policía
detiene a Bundy en agosto de 1975. El agente observa que al acercarse a un
Escarabajo, éste arranca veloz, por lo que le persigue. Al registrar el coche,
encuentra material típico de ladrón, así que le detiene. Es en la cárcel donde
la policía encuentra a Ted en la lista de sospechosos de los asesinatos en
serie. Por la falta de pruebas en sus crímenes, sólo pueden condenarle por un
intento de secuestro, acaecido cuando se intentó hacer pasar por un agente de
la ley para capturar a Carol DaRonch. La chica, que sospechó que Ted no era
quien afirmaba, logró escapar de su coche.
Después de un infructuoso intento de
fuga, Bundy consigue escapar y se instala en un hostal para estudiantes de
Tallase (Florida) bajo el alias de Chris M. Hagen. Ya es enero de 1978, han
pasado casi tres años desde su detención y, psicológicamente, no está en su
mejor momento para actuar de manera cauta, sino todo lo contrario: se encuentra
ávido de sexo y muerte.
Así, no hay que esperar mucho tiempo
para que retome sus andanzas y el 15 de enero entra en la residencia Chi-Omega,
en la que ataca a cuatro chicas. Dos de ellas lograron sobrevivir con secuelas,
pero Margaret Bowman –que fue hallada con el cráneo abierto- y Lisa Levy –que
había sido sodomizada con un bote de laca y había recibido un mordisco en un
pecho y otro en una nalga- no corrieron la misma suerte.
El 9 de febrero de 1978, Bundy comete su
último crimen: secuestra y da muerte a Kimberley Leach, de apenas 12 años, en
Orlando.
De nuevo, Ted Bundy es detenido por
conducir de manera improcedente, pero esta vez en Florida, donde se enfrenta a
la pena de muerte. El fiscal le ofrece salvar su vida a cambio de aceptar su
culpabilidad, pero él prefiere seguir declarándose inocente y, como buen
psicópata que es, hace alarde de su egocentrismo al optar por llevar él mismo
su defensa.
Se le consigue condenar gracias a la única prueba que se pudo encontrar: la marca de su dentadura en perfectamente reconocible en la nalga de Lisa Levy –hay que tener en cuenta que en aquella época todavía no se había descubierto la identificación por ADN-, que permitió la identificación por Odontología Forense. Ted Bundy
Carta de Bundy, 23 de febrero de 1988
Se le consigue condenar gracias a la única prueba que se pudo encontrar: la marca de su dentadura en perfectamente reconocible en la nalga de Lisa Levy –hay que tener en cuenta que en aquella época todavía no se había descubierto la identificación por ADN-, que permitió la identificación por Odontología Forense. Ted Bundy
Asesino en serie mediático
Una vez en el corredor de la muerte, Ted
Bundy establece un nuevo tipo de relación entre asesino en serie y medios de
comunicación. Bundy concede entrevistas, incluso una para televisión y se
convierte en protagonista del libro de Anne Rule El extraño junto a mí, así
como de El único testigo vivo y Ted Bundy: Conversaciones con un asesino, ambos
de Stephen Michaud y Hugh Aynesworth. En definitiva, se torna un asesino
mediático.
Además, el perfilador del FBI Robert
Keppel acepta su colaboración en la investigación contra el Asesino del río
Verde. Al ofrecer su aparticipación en el caso de este asesino que estaba
conmocionando de nuevo a la población de Seattle con sus crímenes, Ted
pretendía ganar credibilidad de cara a posteriores declaraciones sobre el
paradero de víctimas suyas todavía no halladas que le ayudaran a impulsar
nuevas apelaciones, a la vez que nutría su perversa fantasía con los detalles
más escabrosos de la investigación.
En su recuento final, reconoció hasta 30
víctimas, aunque se estima que durante sus andanzas entre enero de 1974 y
febrero de 1978, Bundy pudo llegar a asesinar a un centenar de mujeres.
Cuando toda posibilidad de apelación
quedó agotada, Ted Bundy murió electrocutado el 24 de enero de 1989, en la
prisión estatal de Starke, en Florida.
Último escrito de Ted Bundy
LIBROS
FILMOGRAFÍA
- Título original
- Ted Bundy
- Año
- 2002
- Duración
- 98 min.
- País
- Estados Unidos
- Director
- Matthew Bright
- Guión
- Matthew Bright, Stephen Johnston
- Música
- Kennard Ramsey
- Fotografía
- Sonja Rom
- Reparto
- Michael Reilly Burke, Boti Bliss, Julianna McCarthy, Steffani Brass, Tricia Dickson,Meadow Sisto, Melissa Schmidt, Jennifer Tisdale, Eric DaRe, Deborah Offner, Tom Savini, Annalee Autumn, Diana Kauffman, Tiffany Shepis, Katrina Miller, Alexa Jago
- Productora
- First Look Pictures
- Género
- Thriller | Basado en hechos reales. Crimen. Años 70. Asesinos en serie
- Sinopsis
- Basada en hechos reales, cuenta la historia de Ted Bundy, el primer psychokiller moderno, que mató a más de 35 mujeres en varios estados norteamericanos durante los años setenta. Ted Bundy era una sobrecogedora combinación entre "el guapo chico de al lado" y una perversión degenerada. A la vez que innegablemente encantador, inteligente y lleno de carisma, Bundy tenía un lado oscuro atormentado y motivado por retorcidas fantasías y una sexualidad necrófila. Bundy, que obtuvo los favores de muchas mujeres, llevaba sus fantasías a extremos insospechados cuando dejaba a sus novias para perseguir, amenazar y quitar la vida a más de un centenar de mujeres que nada sospechaban. (FILMAFFINITY)
El Asesino del Zodiaco
El Asesino del Zodiaco acechó el norte de California entre diciembre del año 1968 y octubre del año 1969. A pesar de que en una carta presuntamente suya confesó asesinar a 37 víctimas, las únicas víctimas confirmadas fueron cuatro hombres y tres mujeres, víctimas de las cuales solo dos sobrevivieron para dar evidencias sobre la identidad aún irresueltade este asesino que, al igual que Jack El Destripador, pasó a la historia por sus crímenes,haber contactado con la prensa y la policía enviando cartas y por nunca haber sido aprendido.
Las estimaciones de los expertos nos dicen que el Asesino del Zodíaco tendría entre 20 y 30 años al momento de sus crímenes; que era blanco, corpulento, de pelo castaño, que poseía conocimientos acerca de lenguajes cifrados (encriptación) y que poseía una inteligencia brillante.
El Zodiaco, asesinó a cinco víctimas confirmadas en Benicia, Vallejo, Lake Berryessa y San Francisco entre diciembre del año 1968 y octubre del año 1969. Las víctimas fueron cuatro hombres y tres mujeres de edades entre los 16 y los 29 años.
Caracterizó al Zodiaco, la comunicación que estableció con importantes periódicos, a través de cartas que enviaba con detalles de sus crímenes y mensajes cifrados que mediante códigos a manera de acertijos “indicarían” de ser resueltos, su identidad. Comenzó así un juego siniestro que demostraba su personalidad egocéntrica, en el que el asesino ejercía presión para que esas cartas fueran publicadas bajo la amenaza de cometer más asesinatos.
Su identidad sigue siendo una incógnita. El Departamento de Policía de San Francisco declaró la investigación "inactiva" en abril de 2004 y reabrió el caso en marzo de 2007. A finales del 2003, el caso tuvo un impactante descubrimiento, ya que las huellas de una de las famosas cartas del zodiaco no coincidían con las huellas de Arthur Leigh Allen, el principal sospechoso del caso, a pesar de que todas las pistas indicaban que era él. La policía cerró el caso a mediados del 2004 y lo reabrió por tercera vez en el 2007.
A lo largo de la ola de asesinatos las autoridades entrevistaron a alrededor de 2,500 posibles asesinos, sin éxito de hallar al verdadero culpable. A pesar de los escritos, las huellas digitales tomadas en las escenas del crimen, los retratos hablados y las armas encontradas, "El Asesino del Zodiaco" calló para siempre, sin ser arrestado y el caso pasó a la historia como un fantasma.
Hasta hoy no se sabe incluso si este hombre misterioso está muerto, o si quizás se encuentre en la cárcel por otro delito. Lo que sí se sabe es que su caso, sirvió de inspiración a otros asesinos, como el llamado "BTK", quien un mes antes de este mismo año envió una carta a los medios después de cometer un asesinato.
es.wikipedia.org/wiki/Asesino_del_Zodiac
LIBROS
Zodiac es el asesino en serie más sanguinario desde Jack el destripador. Realmente el que más. Siempre en el consciente colectivo americano, su historia ha sido llevada incluso al cine, con la ciudad de San francisco como testigo mudo y asustado de fondo. En estos casos lo difícil es matar a la primera victima. Cuando se traspasa ese umbral, el que requiere más fuerza, todo es más fácil, casi un juego, en el que el psicópata tiene por completo el mando.
En resumen: Zodiac. El asesino del zodiaco
nueve (según algunos
investigadores), tres supervivientes: entre 1969 y 1974, la ciudad de
San Francisco y todo el norte de California vivieron bajo el terror de
un asesino múltiple que se hacía llamar Zodiac, que escribía mensajes en
clave a los periódicos y retaba insistentemente a la policía. Pese a
una interminable lista de pistas y sospechosos, y en un clima de
violencia generalizada, nunca fue capturado. Robert Graysmith, que
trabajaba en "The San Francisco Chronicle", el periódico que mayor
número de cartas del asesino recibió, se lanzó de lleno a la
investigación del caso y reunió sus pesquisas en "Zodiac", un libro
clásico en su género y un best seller desde su publicación. "Zodiac" ha
inspirado varias películas, entre ellas "Harry el sucio" de Don Siegel,
con Clint Eastwood, y recientemente "Zodiac", de David Fincher.
FILMOGRAFÍA
- Título original: Zodiac
- Año: 2007
- Duración: 158 min.
- País: Estados Unidos
- Director: David Fincher
- Guión: James Vanderbilt (Libros: Robert Graysmith)
- Música: David Shire
- Fotografía: Harris Savides
- Reparto: Jake Gyllenhaal, Robert Downey Jr., Mark Ruffalo, Anthony Edwards, Chloë Sevigny, Donal Logue, John Carroll Lynch, Brian Cox, Clea DuVall, Elias Koteas, Dermot Mulroney, Ciara Hughes, Philip Baker Hall, Ione Skye, John Terry, Bob Stephenson
- Productora: Warner Bros. Pictures / Paramount Pictures / Phoenix Pictures
- Género: Thriller. Intriga | Crimen. Asesinos en serie. Años 60. Años 70. Años 80. Basado en hechos reales
- Web oficial: http://www.zodiacmovie.com
- Sinopsis: Thriller sobre el famoso "Asesino del Zodiaco", un asesino
en serie que, entre 1966 y 1978, mató a numerosas personas en San
Francisco, al tiempo que enviaba a los medios de comunicación cartas
con pistas. La acción se centra en las largas pesquisas de dos
detectives que intentaron darle caza y en las investigaciones de dos
periodistas que trataron de averiguar su identidad. (FILMAFFINITY)
- Título original: Zodiac
- Año: 2007
- Duración: 158 min.
- País: Estados Unidos
- Director: David Fincher
- Guión: James Vanderbilt (Libros: Robert Graysmith)
- Música: David Shire
- Fotografía: Harris Savides
- Reparto: Jake Gyllenhaal, Robert Downey Jr., Mark Ruffalo, Anthony Edwards, Chloë Sevigny, Donal Logue, John Carroll Lynch, Brian Cox, Clea DuVall, Elias Koteas, Dermot Mulroney, Ciara Hughes, Philip Baker Hall, Ione Skye, John Terry, Bob Stephenson
- Productora: Warner Bros. Pictures / Paramount Pictures / Phoenix Pictures
- Género: Thriller. Intriga | Crimen. Asesinos en serie. Años 60. Años 70. Años 80. Basado en hechos reales
- Web oficial: http://www.zodiacmovie.com
- Sinopsis: Thriller sobre el famoso "Asesino del Zodiaco", un asesino en serie que, entre 1966 y 1978, mató a numerosas personas en San Francisco, al tiempo que enviaba a los medios de comunicación cartas con pistas. La acción se centra en las largas pesquisas de dos detectives que intentaron darle caza y en las investigaciones de dos periodistas que trataron de averiguar su identidad. (FILMAFFINITY)
JACK THE RIPPER
Jack el Destripador, se convirtió en uno de los asesinos más famosos de la historia. Este asesino en serie no identificado cometió varios crímenes en el año 1888, principalmente en el distrito de Whitechapel, en Londres, en áreas empobrecidas de los alrededores.
Su apodo se originó a raíz de una carta escrita por alguien que se adjudicaba los asesinatos bajo este alias, y como resultado de su difusión a través de los medios de comunicación, dicho nombre pasó a ser conocido por la sociedad en general, hasta nuestros días. Hay versiones que sostienen que no se trataba de una carta autentica, sino de un intento de dar trascendencia al tema por parte de un periodista.
Jack el Destripador fue considerado un asesino con un perfil inteligente, astuto y frío. Los ataques que se le atribuyeron involucraban a mujeres todas ellas prostitutas de barrios pobres. Su modus operandi le distinguía, ya que consistía en la estrangulación, degollamiento y mutilación abdominal. La extracción de los órganos internos de al menos tres de las víctimas llevó a pensar que el asesino tenía conocimientos anatómicos o quirúrgicos y que empleaba un bisturí.
Los rumores de que los asesinatos que se producían por ese entonces, estaban relacionados entre sí se intensificaron entre septiembre y octubre de 1888, período en el que aparecieron una gran cantidad de cartas, enviadas al Scotland Yard y los medios de comunicación. Uno de los textos, recibido por George Lusk del Comité de Vigilancia de Whitechapel, incluía medio riñón humano preservado, supuestamente de una de las víctimas. Si bien pudo comprobarse que se trataba de un riñón humano, en ese entonces fue imposible confirmar si se trataba del riñón de una de las víctimas por carecer de las herramientas con las que contamos en la actualidad para este tipo de pruebas.
Debido al carácter extraordinariamente brutal de los asesinatos, el modus operandi, y la acción de los medios de comunicación, la sociedad creyó que en verdad se trataba de un único asesino: Jack el Destripador. La amplia cobertura que la prensa le otorgó a los crímenes provocó que alcanzaran notoriedad a nivel internacional.
Debido a que los homicidios jamás fueron resueltos, se alimentaron las leyendas en torno a ellos al igual que sucedió con el caso del Asesino del Zodiaco con el que comparte ciertos rasgos. Desde entonces, se tiene constancia de más de cien teorías sobre la identidad del asesino, mientras que su historia ha inspirado múltiples obras de ficción literaria, cinematográfica y artística.
A mediados del siglo XIX, Inglaterra experimentó una gran afluencia de inmigrantes irlandeses, lo que superpobló las principales ciudades, incluyendo el East End de Londres. A partir de 1882, algunos refugiados judíos del este de Europa y de la Rusia imperial se ubicaron también en esta zona. En la parroquia de Whitechapel, en el East End, se empezaron a sentir los estragos del exceso de población, lo cual provocó un decaimiento en las condiciones laborales y la vivienda, así como el significativo desarrollo de una subclase económica.
De igual manera, los robos, la violencia y el alcoholismo se transformaron en asuntos habituales para sus habitantes, mientras que la pobreza extrema encaminó a muchas mujeres a recurrir a la prostitución como su último recurso. En octubre de 1888, la Policía Metropolitana de Londres estimó que había un total de 1200 prostitutas y 62 burdeles en Whitechapel.
Los problemas económicos estuvieron acompañados de un constante incremento en las tensiones sociales. Entre 1886 y 1889, las manifestaciones frecuentes, como la del 13 de noviembre de 1887 (fecha históricamente conocida como Domingo Sangriento), incitaron a la intervención policial y al clima de descontento social en la ciudad.
El racismo, la delincuencia, los disturbios colectivos y la pobreza alimentaron la percepción pública de que Whitechapel era un centro de inmoralidad.
En 1888, dichas ideas se fortalecieron cuando la serie de grotescos y depravados homicidios, atribuidos a Jack el Destripador, recibieron una cobertura sin precedentes en los medios de comunicación.
LIBROS
Autor: Shirley Harrison
Género: Historia
Publicado en: 1993
Título original: The Diary of Jack the Ripper
Sinopsis: Tras más de cien años de debates sobre la identidad del asesino más famoso de la historia, un sensacional hallazgo aclaró en 1992 al aparecer el diario manuscrito de un comerciante de Liverpool, llamado James Maybrick, con la rúbrica de Jack el Destripador. En ese documento estremecedor, el asesino comenta con todo detalle sus crímenes, habla del placer que le proporcionan y se burla de los esfuerzos infructuoso de la policía.
Maybrick acudía a Londres todos los fines de semana, que era cuando tenían lugar los crímenes, y conocía el terreno ya que había vivido de joven en el barrio donde se producían. Por si fuera poco, su diario contenía algunos macabros detalles que la policía nunca había hecho públicos.
IMPORTANTE: Si eres impresionable (o como se decía en el Londres victoriano, eres de espíritu delicado), o menor de edad, NO SIGAS LEYENDO
Este libro ha estado envuelto en polémica desde antes de que se escribiese y, antes de empezar a hablar del libro, conviene aclararla.
En junio de 1992 la agencia literaria Rupert Crew Ltd. anunció que obraba en su poder un diario manuscrito firmado por Jack el Destripador y escrito, en apariencia, por un comisionista de algodón llamado James Maybrick. Cabe recordar que en 1983 habían aparecido los diarios de Adolf Hitler y que en 1968 lo hicieron los de Benito Mussolini, y que en ambos casos se trató de falsificaciones.
Para evitar otra estafa, el supuesto diario del Destripador fue sometido a multitud de estudios con el fin de demostrar si era auténtico o falso. La mayoría de los resultados parecen indicar que se trata de una falsificación realizada hacia mitad del siglo XX, y eso justamente era lo peor que podía pasar:
Si se trata de una falsificación realizada a mediados del siglo
pasado ¿por qué menciona detalles que no salieron a la luz pública hasta
1987?
El propietario del diario, un pescador en paro llamado Michael
Barrett, dijo inicialmente que se lo había dado un amigo suyo llamado
Tony Devereux quien, muy convenientemente, había muerto en 1991.
Posteriormente reconoció que había falsificado el diario un par de
años antes de que saliese a la luz, con ayuda de su mujer. Hay que
reconocer que esto no cuadra mucho con la falsificación de mediados del
siglo XX.
Un tiempo después, Michael Barrett se retractó de la confesión y
dijo que lo había confesado para que terminasen las presiones a las que
estaba constantemente sometido.
Posteriormente se retractó de la retractación y volvió a asegurar que se trataba de una falsificación.
La mujer de Michael Barret no solo no reconoció la falsificación
sino que afirmó que el diario había pertenecido a su familia desde que
lo había encontrado mucho tiempo antes un antepasado suyo, bajo el suelo
de una de las habitaciones de Battlecrease House (lugar de residencia
de la familia Maybrick). Ella se lo había dado a Devereux (el amigo
muerto) para que éste se lo entregase a su marido y así animarlo tras su
reciente despido.
El asesino elegido, James Maybrick, fue un personaje relativamente
famoso en su época ya que murió en 1889 envenenado por su mujer y tanto
su asesinato como el juicio de su asesina fueron ampliamente seguidos
por la prensa de la época. Esto hace que sea fácil documentarse sobre su
vida pero también hace que sea fácil detectar incongruencias con si
biografía oficial -incongruencias que dicho sea de paso no han sido
detectadas-.
Para rematarlo todo, en 1993 apareció un reloj de oro fabricado en
1846 y en cuyo interior se había grabado" J. Maybrick", "I am Jack" (yo
soy Jack) y las iniciales MN (Mary Nichols), AC (Ann Chapman), ES
(Elisabeth Stride), CE (Catherine Eddowes) y MK (Mary Kelly).
El reloj también fue sometido a varias pruebas y estas tienden a confirmar que podría ser auténtico, aunque no son concluyentes.
Pruebas más recientes realizadas al diario parecen sugerir que igual no es tan falso como se creía al principio.
Resumiendo, ha fecha de hoy aun no se sabe si se trata de una falsificación, aunque va ganando la opinión de que es un fraude.
Dejando de lado el tema de la autenticidad del diario, el libro sigue el mismo patrón que ya mencioné en la entrada dedicada a "Otoño de terror", es decir, Whitechapel - los asesinatos - la identidad del asesino; eso sí, está mucho mejor documentado y bastante mejor escrito (esto tal vez se deba, al menos en parte, a una mejor traducción) que el libro de Tom Cullen.
He de reconocer que, en el fondo, la identidad de Jack el Destripador me importa un bledo; incluso creo que si algún día se llega a saber quién fue realmente su figura perdería ese halo de misterio que la hace tan atractiva. Por tanto, cuando leo un libro sobre el tema, lo que busco no es saber quién fue sino cómo lo hizo, quiénes fueron sus víctimas y cómo vivieron antes de perecer bajo el cuchillo de Jack the Ripper.
Valoración: Si quieres documentarte sobre los asesinatos de Jack el Destripador, este libro es una buena opción. Tres sangrientas estrellitas.
FILMOGRAFÍA
- Año
- : 2001
- País
- : Estados Unidos
- Director:
- Albert Hughes, Allen Hughes
- Reparto
- : Johnny Depp, Heather Graham, Ian Holm, Robbie Coltrane, Katrin Cartlidge, Jason Flemyng
- Género
- :Terror. Intriga | Prostitución. Cómic. Asesinos en serie.Siglo XIX
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